Por Gema Puerto
16 de septiembre de 2022Sara Gómez falleció el pasado enero después de ser operada de una lipoescultura realizada por un cirujano cardiovascular que no tenía el título de Cirujano Plástico Reparador y Estético. Nueve meses después de su muerte, el Congreso de los Diputados ha aprobado una Proposición no de Ley sobre cirugía estética y lucha contra el intrusismo conocida como “Ley Sara”.
Con 292 votos a favor, ninguno en contra y 56 abstenciones, la Proposición no de ley sobre cirugía estética nace con el objetivo de garantizar la seguridad de los pacientes que acuden a realizarse operaciones de cirugía estética. “Estamos bastante satisfechos con lo que se ha aprobado. El mensaje es que la mayoría del pueblo español quiere que se regule este mercado donde hay un vacío legal”, explica Rubén Gómez, hermano de Sara. “Mi hermana creía que le operaba un cirujano plástico, pero… ni era cirujano, ni estaba experimentado. Sara fue su primera paciente. En este país debe ser obligatorio tener el título de cirujano plástico y reparador para hacer estas operaciones y que la paciente lo sepa. Sara firmó un consentimiento informado que tenía el sello de la SECPRE, Sociedad Española de Cirugía Plástica. Murió sin saber que su cirujano no tenía ni experiencia”.
El prestigioso cirujano plástico, estético y reparador, César Casado, achaca toda la siniestralidad ocurrida en el sector al “intrusismo profesional”. En España hay 1.400 titulados en Cirugía Plástica y Reparadora, aunque ejercen la profesión 13.000 personas. Según sus palabras, los cirujanos plásticos piden desde hace muchos años que se cumpla la ley y que las personas que no estén capacitadas para ejercer, que no operen. Realizar un Máster en Cirugía Estética no te capacita para realizar este tipo de operaciones.”
Según datos publicados por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), en el año 2019 se realizaron 381.364 intervenciones con cirugía y 159.429 sin cirugía. Estos dos últimos años ha aumentado la demanda en más de un 10%, a pesar de la crisis económica y sanitaria provocada por la Covid-19.