Los trastornos de tiroides aumentan las enfermedades cardiovasculares graves

La relación entre las hormonas tiroideas y el aparato cardiovascular es conocida desde hace varias décadas, especialmente en el campo de las arritmias cardiacas. Sin embargo, un nuevo análisis realizado con 1, 3 millones de pacientes pone de manifiesto que mínimas variaciones -en exceso o en defecto- de las hormonas tiroideas, conlleva un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. 

El estudio, elaborado en el “Clinic of Ruhr University Bochum” en Alemania, demuestra que el riesgo de muerte cardiovascular aumenta tanto en los casos de reducida actividad de la glándula tiroides, o hipotiroidismo subclínico, como en los casos de la tirotoxicosis subclínica o exceso de hormonas tiroideas a nivel de los tejidos.

Según el director médico de Medicina Responsable, el doctor Pedro Gargantilla, “los trastornos tiroideos incrementan la aparición de arritmias, en concreto la fibrilación auricular”, por eso, ante un evento cardiovascular lo más adecuado es solicitar el perfil de hormonas tiroideas. La desregulación de la tiroides pasa factura al organismo de diversas maneras, explica el doctor, “mientras que el hipotiroidismo produce cansancio, aumento de peso, mayor somnolencia, enlentecimiento cerebral, disminución de la frecuencia cardiaca o estreñimiento, el hipertiroidismo produce sudoración, palpitaciones, pérdida de peso, diarrea, temblor y aumento de la frecuencia cardiaca”.

De acuerdo con los autores del estudio, los resultados podrían allanar el camino hacia una estrategia preventiva personalizada para los resultados cardíacos.  “Además, la función tiroidea podría servir como un biomarcador para el mecanismo de origen respectivo en pacientes que albergan arritmia cardíaca, ayudando a adaptar el régimen de medicación optimizado individualmente”.

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