Por Gema Puerto
28 de octubre de 2022Siempre viene de forma brusca e inesperada. Amparo con 65 años lo sabe bien. “Hablaba por teléfono cuando me desmayé. En el otro lado de la línea mi amiga me llamaba, pero yo ya no me enteraba. Permanecí sin conocimiento en el suelo hasta que vino mi hermano y llamó al 112”.
Como Amparo, 110.000 personas sufren un ictus cada año en España. Una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro y que es el principal motivo de discapacidad adquirida en adultos.
Con motivo del Día Mundial del Ictus, la Sociedad Española de Neurología quiere concienciar sobre esta enfermedad que ya es la primera causa de discapacidad, la segunda causa de muerte y la segunda causa de deterioro cognitivo en la población adulta.
Los casos de ictus aumentarán un 34% en los próximos diez años. Este año en todo el mundo, 12,2 millones de personas sufrirán un ictus, y 6,5 millones (más de la mitad), fallecerán por esta enfermedad. A estas cifras hay que añadirle que más de 110 millones de personas que ha sobrevivido a un ictus viven con discapacidad.
Solo en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), de las 110.000 personas que sufren un ictus cada año en España, al menos un 15% fallecen y, entre los supervivientes, en torno a un 30% queda en situación de dependencia funcional.
En España, el ictus es además la primera causa de mortalidad en las mujeres, y más de 350.000 personas presentan alguna limitación en su capacidad funcional como le ocurrió a Amparo. “Nada más sufrir esta enfermedad, yo no podía hablar, me ofrecieron la baja y fui al tribunal para que me dieran la incapacidad permanente en septiembre de 2011. Yo no quería, pero no podía ni escribir, ni coger el teléfono, ni siquiera podía seguir una conversación, ni correr, ni andar y hablar a la vez. Me sentía inútil, pero he mejorado mucho”, relata esta mujer de 65 años que tuvo que abandonar su profesión como profesora de magisterio a la que le han quedado secuelas como la perdida de movilidad de su mano y su pie derechos.
Cómo prevenir los síntomas
La Dra. Mar Castellanos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, explica que “independientemente del tipo de ictus que se padezca, siempre estaremos hablando de una urgencia médica, porque cuanto más tiempo pase sin flujo sanguíneo una zona de nuestro cerebro, mayores serán las consecuencias”.
A pesar de que se estima que una de cada cuatro personas en edad adulta sufrirá un ictus a lo largo de su vida, en España solo un 50% de la población sabría reconocer los siguientes síntomas de esta enfermedad:
-Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.
-Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.
-Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o pérdida de la visión en algún lado de nuestro campo visual.
-Pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio.
-Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.
“Incluso aunque los síntomas desaparezcan a los pocos minutos, hay que acudir a Urgencias”, señala la doctora Mar Castellanos. Por esa razón, y por segundo año consecutivo, la campaña del Día Mundial del Ictus está centrada en que organizaciones de todo el mundo se unan para tratar de aumentar el conocimiento que la población tiene sobre sus síntomas, porque reaccionar a tiempo es esencial para sobrevivir o para no sufrir una discapacidad por esta enfermedad.