Por Pedro Martínez
16 de abril de 2025España es líder mundial en donación de órganos, pero, en lo relativo a la donación de cerebros las cifras se encuentran en caída libre. Según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), los 16 biobancos encargados de almacenar todos los órganos donados han contabilizado menos de 200 donaciones de cerebros en el último registro, un fuerte contraste en comparación al medio millar que se había registrado en los últimos años.
Un cerebro donado tras un deceso no puede ser usado para trasplantarlo a un paciente necesitado de ello, pero, se convierte en un elemento indispensable para avanzar en la investigación de enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), el alzhéimer o el Parkinson. Es decir, las donaciones de cerebros no ayudan a un paciente en concreto, sino que colaboran en la investigación contra enfermedades para las que aún no conocemos una cura suponiendo un gran aporte a la esperanza de millones de personas que, a causa de su diagnóstico, consideran estar “desahuciadas”.
Para luchar contra este descenso en las donaciones, la Fundación Reina Sofía ha creado “Cerebros extraordinarios”, una campaña para la concienciación ciudadana con el objetivo de revertir las escasas donaciones registradas en el último año. Una campaña que quiere trasmitir el mensaje de que cualquier cerebro es válido para ser donado, especialmente el de las personas que hayan sufrido cualquier tipo de enfermedad relacionada con el deterioro de este órgano.