Por Julia Porras
8 de septiembre de 2022Los jóvenes se enfrentan a un presente difícil y a un futuro aún más complicado. De acuerdo con el estudio “Jóvenes en pleno desarrollo y crisis pandémica. Como miran al futuro”, elaborado por la Fundación Pfizer y Fad Juventud, los problemas colectivos que más preocupan a los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años son los salarios bajos (37,8%), la precariedad laboral (30,4%) y la dificultad para emanciparse (29,5%). A estos problemas le siguen muy de cerca el paro, con un 24,9% y la falta de confianza que tiene la sociedad hacia ellos, con un 24,6%. Problemas que, según los datos del estudio, sienten de forma mucho más acuciante las chicas que lo chicos, confirmando que la pandemia ha tenido un efecto más negativo en ellas.
En general, el barómetro presenta un panorama de pesimismo juvenil, ya que el contexto es, sobre todo, de incertidumbre. Es más, para el 26,6% de los encuestados, la situación del país irá a peor.
Pese a todo, se percibe cierta reducción del pesimismo si se compara con las percepciones que había en el año 2020. Como contraposición al difícil contexto, los jóvenes se muestran afortunados por contar con el apoyo de familiares, amigos y pareja, ámbitos en los que se sienten más satisfechos.
Para Sergio Rodríguez, presidente de la Fundación Pfizer, “esta investigación es una herramienta útil de trabajo de cara a mejorar el bienestar y la calidad de vida de los jóvenes, que son nuestro futuro. En 2020 se hizo un estudio sobre las vivencias de los jóvenes en la pandemia y ahora es oportuno saber sus expectativas y demandas tras la pandemia”.
En esta misma línea, el presidente de la Fundación Fad Juventud, Ignacio Bayón, ha asegurado que “tenemos la obligación como sociedad de habilitar los mecanismos para que todos los jóvenes que están sufriendo y tienen problemas de malestar emocional puedan tener acceso, fácil y rápido, a servicios de atención psicológica donde encontrar ayuda, y que claramente son insuficientes en la actualidad”.
¿Cómo les ha cambiado la pandemia?
Para casi un 60% de los encuestados, la pandemia ha tenido un gran impacto y ha producido cambios personales. El 55,7% tiene la sensación de que estos cambios serán permanentes.
Pero no todo es negativo, de hecho, entre los jóvenes que creen que la pandemia les ha cambiado bastante o mucho, un 56,2% piensa que los cambios han sido para bien y que han salido mejores de la experiencia.
Uno de estos cambios enlaza directamente con los hábitos de
vida, ya que tras la crisis sanitaria, los jóvenes han mejorado su autocuidado
físico, realizan más ejercicio y comen de forma más sana. Asimismo, de acuerdo
con el informe, un 54,8% de los jóvenes se sienten más conscientes de su vida y
saben lo que quieren, un 43,2% ha mejorado sus relaciones sociales y un 42% afirma
haber aumentado su sentido de la responsabilidad.
Impacto en la salud mental
La salud mental es uno de los problemas que más preocupan tras la pandemia. Según el informe de la FAD, el 66.8% de la juventud cree que la crisis de la Covid-19 ha tenido un impacto negativo en esta parte de la salud. Así, el porcentaje total de adolescentes y jóvenes que presentan problemas psicológicos con cierta o mucha frecuencia en la actualidad es del 24%, mientras que en 2021 era del 8,6% y en 2019, antes de la pandemia, del 6.2%, lo que significa un aumento de la prevalencia de problemas mentales de casi 18 puntos.
La aparición de pensamientos negativos es, con diferencia, el indicador psicológico que más empeora, y son las mujeres las que ocupan peor posición en todos los indicadores de tipo psicológico.
Los jóvenes de entre 20 y 24 años son los que más declaran un aumento de frecuencia de pensamientos negativos. Casi uno de cada tres jóvenes cree que nada tiene arreglo, que todo irá a peor y cree que es un fracasado. Además, uno de cada cuatro jóvenes cree que es una carga para los demás y que la vida es una carga inútil.
Poder adquisitivo
Otros aspectos que preocupan a los jóvenes tienen que ver con la capacidad
económica; un 67,4% de encuestados creen que la pandemia ha afectado a su poder
adquisitivo y un 63% a su acceso al trabajo.