Por Pedro Martínez
11 de febrero de 2025Este lunes ha entrado en vigor el nuevo reglamento de la Unión Europea que autoriza la fabricación de harina con ciertas especies de gusanos, una medida que, desde que fue propuesta el 21 de enero, ha provocado el caos en redes sociales, donde los bulos y las publicaciones alarmistas han tomado todas las plataformas, asegurando que la UE permitiría que la harina de gusano estuviera presente en los alimentos sin que los consumidores lo supieran.
Esta medida nace a raíz de la petición de la empresa francesa especializada en fuentes naturales de vitamina D3 Nutri’Earth. En el reglamento se recoge que dicha empresa tiene el certificado de seguridad de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) necesario para la comercialización de panes, bollos, sucedáneos de patata, queso, productos a base de pasta y compotas producidas a base de harina de gusano.
Al ser la única empresa que cuenta con esta certificación, no puede haber otra que esté comercializando este tipo de productos.
El interés actual por la harina de gusano se corresponde con la tendencia de disponer de fuentes proteicas diferentes a los animales. Este ingrediente posee un alto volumen de proteínas de alta calidad, zinc, ácidos grasos esenciales o hierro; además de ser un producto sostenible por la mínima cantidad de recursos necesarios para su producción.
Desde 2018, los insectos y sus partes son considerados alimentos por la UE dentro de la categoría de ‘‘nuevos alimentos’’. Su comercialización ha estado muy regulada y solo incluye cuatro especies: el gusano de la harina, el grillo doméstico, las larvas de escarabajo del estiércol y la langosta migratoria. Hasta el momento, todas ellas podían ser distribuidas en su forma natural, es decir, no como componentes de otros alimentos. A partir de ahora, con la aprobación de la nueva regulación, esta prohibición cambia y sí se permite la fabricación de harina a partir de gusanos y su implementación en ciertos alimentos.
Para que una empresa pueda producir harina de gusano o cualquier alimento que contenga un insecto debe cumplir una serie de estrictos requisitos. Es imprescindible que los insectos pasen por unos controles sanitarios y de seguridad realizados por parte de la EFSA para certificar que no suponen un riesgo tanto para la salud alimentaria como para la salud pública.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explican que cualquier producto que contenga insectos o esté elaborado con harina de gusano debe especificarlo en su lista de ingredientes. Además, los insectos pueden generar reacciones alérgicas, por lo que es necesario que el producto contenga las advertencias reglamentarias en su etiquetado. Por su parte, la Comisión Europea dice ‘‘garantizar’’ la seguridad de estos alimentos.
Aunque los bulos sobre el tema hayan proliferado por las redes, la harina de gusano no sustituirá a las fuentes de proteína tradicionales. Este nuevo producto se plantea como una alternativa de libre elección.