Por Lucía de Mingo
20 de junio de 2022Miles de enfermeras prescriben cada día medicamentos en España. Tras la aprobación del Real Decreto de prescripción enfermera de octubre de 2018, se dio luz verde a la dispensación de medicamentos por estos profesionales en todo el territorio nacional, aunque para ello fue preciso su desarrollo mediante un decreto autonómico. Así, se reconocieron y se ampliaron las competencias de este colectivo, acabando con una situación de inseguridad jurídica que, durante, años, había pesado sobre actos puramente enfermeros como la indicación de vacunas.
Un proceso desigual
En estos momentos casi todas las comunidades autónomas cuentan con la
posibilidad de acreditar a sus profesionales para la prescripción de todos los
productos sanitarios y determinados medicamentes que no estén sujetos a
prescripción médica, tanto en el ámbito público como en el privado. Solo queda la
Comunidad de Madrid, en el ámbito privado, por aprobarla.
Para que las enfermeras puedan prescribir deben acreditarse a través de un proceso muy sencillo, ya que solo deben mandar una simple solicitud vía electrónica en la que acrediten tener una experiencia superior a un año. Ésta debe especificar el ámbito en el que quieran acreditarse, ya sea el de cuidados generales, una especialidad o ambos. En el caso de que la experiencia no sea suficiente, podrán realizar un curso gratuito para obtener su acreditación.
El tema de la prescripción enfermera se lleva trabajando durante más de 15 años en España. En la ley actual se establece que los profesionales de Enfermería pueden indicar y usar la dispensación de medicamentos sanitarios que no estén sujetos a la prescripción médica de forma independiente.
Éstos se llevarán a cabo a través de un protocolo previamente pactado entre las organizaciones de profesionales, comités y comisiones, el Ministerio de Sanidad y las diferentes comunidades autónomas. Entre los medicamentos más prescritos por el colectivo actualmente se encuentran el paracetamol, ibuprofeno, las tiras reactivas o los apósitos.
Cada comunidad autónoma ha tenido que crear una normativa específica para acreditar a las enfermeras en el ámbito de la prescripción. Este proceso se culminó en diciembre del año 2021, siendo La Rioja la última comunidad en incorporarse.
En la actualidad, las comunidades autónomas están poniendo en sus sistemas la receta enfermera para que puedan, tanto desde la consulta de Atención Primaria como en centros en especialidades u hospitales, prescribir.
Como las competencias en sanidad pertenecen a las comunidades autónomas, este proceso está siendo desigual. Por ello, en algunas comunidades, están comenzando ahora con proyectos piloto. “Se está yendo poco a poco, aún no está generalizado al 100%”, señala José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería (CGE). A pesar de ello, “ya hay muchas enfermeras acreditadas”. Desde el CGE están en conversaciones con el Consejo de Farmacéuticos como con el Ministerio de Sanidad para poner en marcha esta receta.
El caso de Madrid
La Comunidad de Madrid decidió que sacaban la norma solo para el ámbito
público, “lo cual no era comprensible”, apunta Cobos, porque todas las
comunidades autónomas lo han llevado a cabo en ambos ámbitos a la vez.
Hay que tener en cuenta que la capital española tiene muchos centros privados y en total cerca de 46.000 enfermeros que se dividen entre ambos ámbitos. “Desde hace meses estamos insistiendo en que se apruebe y, por las noticias que tenemos, la comunidad está en ello y en breve esperamos que saque la norma para el ámbito privado”.
Los beneficios principales que se han observado en Andalucía, como comunidad autónoma pionera, tras aprobar la prescripción enfermera son:
- Para el paciente crónico, no hace falta que pida dos citas, una para el médico y otra para la enfermera. Además, la enfermera puede llevar a cabo su cuidado directo, su seguimiento y la actualización de la prescripción de los productos sanitarios necesarios.
- Para el sistema sanitario ahorra en el número de consultas y en el propio gasto sanitario. En el caso de Andalucía, en tan solo cuatro años, el ahorro fue de 4,2 millones de euros.
- Para las enfermeras supone un reconocimiento de sus competencias profesionales. En la comunidad andaluza de las 9.459 enfermeras de Atención Primaria prescriben 7.363, es decir, más del 80%.
- Para los médicos supone un alivio de carga de pacientes ya que la prescripción enfermera permite que ambos profesionales compartan esfuerzos.
“La prescripción enfermera es beneficiosa para todos”. Para Cobos ahora estamos en un buen momento para reconocer el papel que pueden desempeñar las enfermeras en el sistema. Además, recalca que el paso de los meses y de los años será clave para hacer que la prescripción enfermera sea un agente más dentro del Sistema Nacional de Salud.