Por Celia Albizu
5 de octubre de 2022Faltan especialistas en Pediatría, una situación que afecta a la salud de los más vulnerables: los niños. Esta es la queja principal de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que subraya la necesidad de un mayor número de especialistas para garantizar la calidad de la salud infantil y, por consiguiente, de futuros adultos sanos.
La solución que Luis Carlos Blesa Baviera, presidente de la AEP, pasa porque las especialidades pediátricas sean reconocidas oficialmente. Además, la asociación reclama unas mejores condiciones laborales, destacando el deterioro de la situación de la Atención Primaria y el escaso número de profesionales en esta área. Un ejemplo de ello es la falta de pediatras en las consultas de los centros de salud y hospitales, lo que provoca que más de seis millones de niños y adolescentes no sean atendidos por especialistas.
A estas demandas de la AEP, se suman las peticiones de unas condiciones laborales semejantes a las del resto de médicos europeos, la realización de unas medidas equitativas en todo el país y la previsión de futuras necesidades de recursos humanos en Pediatría. Casos como el de Cataluña, donde el 30% de las plazas de Pediatría están ocupadas por médicos de otras especialidades, son pilares de este argumento y permiten entender la preocupación de los expertos.
Como bien recalca la doctora y presidenta de Alergología Pediátrica, Ana Martínez-Cañavate Burgos, en su especialidad existe una insuficiencia de unidades respecto a la demanda, al igual que ocurre en muchas otras especialidades pediátricas. Además, la doctora recuerda que “no podemos olvidar que los pediatras no solo atendemos los aspectos relativos a nuestra especialidad, sino que vemos al niño de forma integral y conocemos sus necesidades y características clínicas”.
Bajo el lema “los niños también necesitan especialistas pediátricos”, la semana del 3 al 7 de octubre se celebra en España el Día de la Pediatría -o Día P-, con el objetivo de recordar el papel de la especialidad, el de los profesionales y el mantenimiento de la calidad de la atención pediátrica como garante de la salud infantil.