Por Medicina Responsable
19 de diciembre de 2024La Comunidad de Madrid ha anunciado la creación del Consorcio Centro Nacional de Neurotecnología para el estudio del cerebro humano cuyo objetivo es convertirse en un instituto de referencia internacional en el desarrollo de nuevos avances a través de la integración de las neurociencias, la inteligencia artificial y la ética de estos avances. Este proyecto contará con un presupuesto total de 200 millones de euros y se ubicará en el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), junto al Parque Científico de Madrid y algunos de los centros más prestigiosos en esta materia, como los Institutos Madrileños de Estudios Avanzados (IMDEA) o el Centro Nacional de Biotecnología.
En su reunión de ayer, el Consejo de Gobierno autorizó la creación de un convenio con la UAM y la Administración General del Estado para la puesta en marcha de esta iniciativa a la que el Ejecutivo madrileño dotará de 78 millones de euros hasta 2037.
El programa liderado por Rafael Yuste, director del Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia en Nueva York, cuenta también con la participación de José Carmena, profesor de Ingeniería Eléctrica y Neurociencia de la Universidad de California-Berkeley y Álvaro Pascual-Leone, catedrático de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Tal y como aseguraba a Medicina Responsable Rafael Yuste, este proyecto nace con varios objetivos, pero ‘‘el más importante es ayudar a los pacientes con enfermedades cerebrales, mentales, psiquiátricas, neurológicas o neurodegenerativas que no tienen cura’’. Además, el proyecto ‘‘permitirá comprender mejor el cerebro humano que ‘sigue siendo una caja negra donde no entendemos lo que ocurre dentro’’.
El objetivo de esta iniciativa de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades es desarrollar herramientas tecnológicas que estén basadas en los fundamentos del cerebro humano. Éstas se pondrán al servicio de la sociedad con gran impacto en áreas como la salud y la lucha contra determinadas patologías clínicas, como enfermedades crónicas en estados iniciales, trastornos del neurodesarrollo incluyendo el espectro autista, así como el parkinson, el alzhéimer, la depresión, los trastornos del sueño, dolencias del ritmo cardiaco o secuelas tras el daño cerebral agudo y adquirido.
Igualmente, se busca la creación de empresas que transformen el potencial de los resultados de investigación generados mediante el establecimiento de acuerdos y cofinanciación en proyectos y en la explotación comercial de los resultados, como son las patentes y otros resultados de interés comercial.