Por Sergio Díaz
21 de enero de 2025El conflicto en el Colegio de Médicos de Madrid (Icomem)no parece tener fin a corto plazo. Tomás Merina, quien ganó las elecciones del pasado diciembre con el 47% de los votos, no pudo tomar posesión de su cargo el pasado lunes como tenía previsto. A pesar de que había convocado a la prensa para asistir al acto, la Junta Directiva en funciones, liderada por Manuel Martínez-Sellés, bloqueó el proceso después de que la candidatura de Merina fuera anulada la semana pasada.
La Comisión de Recursos del colegio invalidó su victoria alegando que no cumple con los requisitos de antigüedad y experiencia necesarios para presidir la institución. Merina asegura que presentó toda la documentación necesaria y que su candidatura fue avalada inicialmente por la Junta Electoral. Sin embargo, el pasado lunes, dicha junta suspendió oficialmente su proclamación como presidente y la ceremonia administrativa que lo habría consagrado en el cargo.
Desde el vestíbulo del edificio, sin poder acceder al interior, Merina ha declarado: “Soy el presidente electo y tengo toda la legitimidad para asumir el cargo. Esto es una maniobra para que no se investiguen las irregularidades de la gestión actual”. Según el médico, el presidente en funciones está intentando evitar que se lleve a cabo la auditoría financiera que prometió su equipo en campaña.
Por su parte, Martínez-Sellés no ha respondido a estas acusaciones, pero insiste en que deben realizarse nuevas elecciones para resolver el conflicto. Mientras tanto, la actual directiva mantiene la presidencia del colegio.
La ceremonia oficial del próximo miércoles 22 de enero, que debía celebrarse con la asistencia de 450 invitados, ha quedado anulada. Entre los asistentes previstos se encontraban figuras de relevancia como la ministra de Sanidad, Mónica García, y el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín. No obstante, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya había confirmado su ausencia, y no se esperaba la asistencia de la consejera de Sanidad, Fátima Matute.
En sustitución de la ceremonia, Merina ha convocado una manifestación frente a las puertas del colegio para el mismo día, a las 19:00 horas. “Esto es un atropello a la voluntad de los médicos madrileños, y no vamos a quedarnos de brazos cruzados”, declara.
Jesús Frías, representante electo de la Vocalía de Médicos Jubilados y miembro del equipo de Merina, ha calificado la situación como “lamentable” y pide que se respete la voluntad de los colegiados que votaron por ellos en diciembre.
Merina ha recurrido a los juzgados para intentar que se le permita asumir el cargo, pero no se han definido fechas para resolver esta disputa. Por ahora, Martínez-Sellés seguirá como presidente en funciones, mientras Merina asegura que, a partir del 1 de febrero, la actual junta estará “ocupando el cargo de manera ilegal”.