
Por Medicina Responsable
5 de diciembre de 2025La gripe está liderando el considerable aumento de infecciones respiratorias en España, con una incidencia que sobrepasa con creces las cifras registradas a estas alturas de años anteriores. La tasa de casos en Atención Primaria (AP) se sitúa en el mismo nivel que la primera semana de enero de 2025 (75 casos por cada 100.000 habitantes), cuando comenzó el ascenso hasta el pico de contagios. Hasta ahora, la menor incidencia de otras infecciones respiratorias como Covid-19, virus respiratorio sincitial y neumonías respecto a años anteriores estaba dejando una incidencia de infecciones agudas similar a la de las dos últimas temporadas, pero estos casos también se han disparado en la última semana. Y la situación está comenzando a pasar factura en los centros sanitarios.
Desde la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES) constatan que la actividad en los servicios de urgencias ha crecido entre un 15 y un 20%, por lo que su presidente señala la necesidad de “poner en marcha planes de contingencia para evitar la sobresaturación de nuestros servicios y garantizar su capacidad de respuesta” ante este aumento de la presión asistencial.
Por su parte, el sindicato CSIF considera que “la situación comienza a ser preocupante”, denunciando los primeros visos de saturación en urgencias y AP. Este sindicato califica como “pésima” la planificación de los servicios de salud ante la temporada de infecciones respiratorias y urge a realizar refuerzos de plantilla para hacer frente a esta situación. En este sentido, denuncian la falta de médicos y enfermeras en la sanidad pública, y recuerdan las cifras de pérdida de empleo en el sector desde el pasado mes de septiembre, donde contabilizaron más de 40.000 puestos de trabajo perdidos. “La situación es tal que los trabajadores están agotados, con jornadas laborales continuadas, con reducción de descansos, teniendo que doblar turnos, realizar hasta 72 horas semanales para cubrir a sus propios compañeros".
En esta línea, aluden a la situación en algunas comunidades como Galicia o Castilla-La Mancha, donde la espera en AP se sitúa en torno a 15 días; o en Andalucía, donde denuncian retrasos en los ingresos con pacientes "en camillas acumuladas en los pasillos más de 14 horas mientras esperan cama". En Asturias, señalan la saturación de los profesionales con agendas que superan los 40 pacientes diarios y esperas superiores a 24 horas para ingresar en varias áreas. CSIF critica también la falta de transparencia de las administraciones sanitarias a la hora de comunicar los planes de refurezo de personal, un reproche que extienden a todas las comunidades autónomas.
Actualmente, la tasa media de incidencia de infecciones respiratorias en España supera los 600 casos por cada 100.000 habitantes, aunque en determinados departamentos y áreas sanitarias se registran cifras que rebasan los 1.600 casos por cada 100.000 habitantes. Los datos muestran que España está entrando en plena onda epidémica de gripe, con un predominio del virus A(H3N2), sobre todo la variante K, y un aumento significativo de las infecciones respiratorias agudas (IRAs), especialmente en: niños pequeños (0–4 años), bebés (<1 año) y mayores de 75–80 años.
Esta variante K es un subclado de la gripe A con más potencial contagioso y más capacidad de esquivar las respuestas inmunitarias del organismo (tanto adquiridas de otros virus como a través de la vacunación). A pesar de esta menor eficacia de la inoculación para evitar los contagios, los expertos subrayan la importancia de las vacunas, que sí demuestran eficacia para evitar los casos de gravedad, lo que es, en última instancia, el objetivo de las campañas.
“La mayor parte de estos casos, en torno a uno 26%, están provocado por la gripe, fundamentalmente la gripe A”, señala el doctor Millán a este respecto. “Un 2% son cuadros relacionados con el COVID, y un 4% con el virus respiratorio sincitial”. Además, el vicepresidente de SEMES apunta que probablemente el adelanto en este pico endémico estacional está relacionado con la variante K de la gripe A, “parece ser que la velocidad de transmisión es mucho más rápida, aunque no está demostrado se asocie a una mayor gravedad de los casos”.
El virus de la gripe se transmite principalmente por el aire, a través de las gotitas de saliva y secreciones nasales que se expulsan al toser, al hablar o al estornudar. Estas pueden quedar en las manos, en las superficies o dispersas en el aire, por lo que el contagio puede darse por tocarse los ojos, la nariz o la boca después de estar en contacto con las gotitas de una persona con gripe.
Por ello, desde la SEMES inciden en las recomendaciones esenciales para minimizar el riesgo de contagio, como son las medidas de higiene (lavado de manos, evitar contactos muy cercanos o taparse la boca al toser), el uso de mascarilla en centros sanitarios, espacios mal ventilados o con aglomeraciones y la vacunación en la población de riesgo (niños, embarazadas, mayores y pacientes inmunodeprimidos).