Por Aurora Molina
5 de marzo de 2024Francia se convierte en el primer país del mundo en recoger el aborto como un derecho de la mujer en su Constitución. La decisión, avalada por el Congreso y el Senado, acabó en votación con 780 votos a favor y 72 en contra, muy por encima de los 512 votos necesarios (las tres quintas partes) para aprobar una decisión de este tipo.
Numerosos personajes relevantes de la política francesa han expresado su gratitud y orgullo “ante una decisión que avanza en los derechos de la mujer”. Sin ir más lejos, el propio Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha comunicado en su red social X (antes Twitter): “Orgullo francés, mensaje universal. Celebremos juntos la entrada de una nueva libertad garantizada en la Constitución mediante la primera ceremonia de sellamiento de nuestra historia”.
Gabriel Attal, primer ministro francés, añadía que “Francia ha enviado un mensaje histórico al mundo entero: los cuerpos de las mujeres les pertenecen y nadie tiene derecho a disponer de ellos en su lugar”. Hasta la propia Marine Le Pen, líder de Rassemblement National (Agrupación Nacional), se ha mostrado a favor de la decisión: “Votaremos por la constitucionalización del aborto incluso si nadie en Francia pone en peligro su acceso”.
Esta decisión llega en vísperas de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo 8 de marzo.
El aborto está prohibido expresamente al menos en 23 países de todo el mundo bajo cualquier circunstancia, razón y justificación. En España, tras la aprobación de la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, actualmente cualquier mujer mayor de 16 años puede interrumpir su embarazo de forma totalmente voluntaria durante las primeras 22 semanas. A partir de este momento, la ley solo permite abortar en caso de que el feto presente malformaciones y/o enfermedades graves e incurables. La decisión de abortar si la mujer es menor de edad está exenta de contar con el permiso de los progenitores, así lo recoge la propia ley.
A pesar de no estar recogido en la Constitución española, en mayo del año pasado, el Tribunal Constitucional reconocía al aborto como un derecho.