Por Julia Porras
26 de septiembre de 2022Apoyar el empoderamiento de la mujer para decidir sobre su salud sexual y reproductiva y facilitar el acceso a los métodos anticonceptivos como elemento fundamental para mejorar la planificación familiar. Estos son los objetivos del posicionamiento científico que la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) han presentado hoy en la sede de SEFAC, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Anticoncepción.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la anticoncepción como un elemento esencial para la planificación familiar, reducir los embarazos no planificados, mejorar los resultados en salud y disminuir los costes de la atención médica. En este contexto, estas organizaciones afirman que “se dan las circunstancias necesarias para favorecer que los anticonceptivos hormonales orales, concretamente los de solo gestágenos, puedan ser dispensados en las farmacias comunitarias sin necesidad de prescripción médica”. Eduardo Satué, vicepresidente 2º de SEFAC y coordinador del posicionamiento, justifica su realización porel hecho de que “la anticoncepción basada en el asesoramiento proporcionado por el farmacéutico comunitario, con la comunicación y derivación al médico cuando sea preciso, sería el paso necesario para aumentar el acceso a la anticoncepción y favorecer el éxito contraceptivo. Además, esta medida contribuiría a disminuir la sobrecarga asistencial de las consultas de atención primaria, pudiendo dirigir el esfuerzo médico hacia necesidades clínicas más relevantes”.
Barreras para el acceso
A pesar de la importancia que la OMS concede a la anticoncepción en la planificación familiar, el posicionamiento de SEFAC, SEMERGEN y SEMG recuerda que no siempre existe un acceso completo a estos métodos y hay barreras como el coste y la necesidad de receta. Concretamente, en España, casi una de cada cuatro mujeres (23 %) está en riesgo de tener un embarazo no planificado, según información de la Sociedad Española de Contracepción y la tasa de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) en España fue de 10,3 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años (con más de 88.000 IVE en 2020, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Sanidad).
Asimismo, según datos de una encuesta realizada por 40dB a mil mujeres de entre 18 y 45 años, presentados en mayo durante el último congreso de SEFAC, el 52 % manifestó haber intentado adquirir la píldora sin receta en alguna ocasión, el 26 % tuvo que dejar de tomarla en algún momento por no poder acudir a la consulta médica a por la receta y un 23,7 % por haberla perdido o no llevarla a la farmacia.
Estas barreras y dificultades de acceso no solo pueden limitar el uso de estos anticonceptivos y poner en riesgo la planificación familiar, sino que afectan principalmente a la población más desfavorecida y con factores de riesgo asociados a la edad, las carencias educativas, la exposición a la violencia, etc. María R. Blasco, coordinadora del Grupo de Atención a la Mujer de SEMERGEN, señala que “las sociedades científicas tenemos un compromiso con las necesidades sociales actuales. Por ello queremos contribuir al empoderamiento femenino posicionándonos a favor de la dispensación sin receta de los anticonceptivos, comenzando por la píldora de desogestrel 75 microgramos. La mujer es la única persona que debe tomar las decisiones en anticoncepción, basada en la adecuada información que le brindamos los profesionales sanitarios, sin barreras de acceso al método anticonceptivo que ella haya elegido.”
Seguridad de la píldora
Los anticonceptivos orales de solo gestágenos han mostrado que son eficaces y seguros, y con el seguimiento del farmacéutico comunitario se puede evaluar el uso en cada caso y realizar las recomendaciones pertinentes. Neus Caelles, miembro del Grupo de Salud de la Mujer de SEFAC: “La mayor preocupación sobre la seguridad de los anticonceptivos orales está en el riesgo de tromboembolismo venosos (TEV), que es un riesgo más bajo que el que se puede dar con el propio embarazo pero, además, eso no ocurre con los anticonceptivos de solo gestágenos, que no están asociados con TEV y tienen pocas contraindicaciones e interacciones. Por otro parte, la presencia del farmacéutico comunitario ofrece una garantía de seguridad adicional, ya que puede evaluar con las mujeres que vayan a usar el anticonceptivo su situación y orientar para ofrecer la solución más adecuada, tal y como sucede con la anticoncepción de urgencia, y coordinarse con el médico cuando corresponda”.
Por ello, como ya sucede en otros países avanzados social y científicamente, como Reino Unido, el posicionamiento de las tres sociedades considera que los anticonceptivos orales de solo gestágenos cumplen con los requisitos necesarios para ser un medicamento no sujeto a prescripción.