Por Julia Porras
2 de septiembre de 2022Este verano ha sido movido en el entorno de la Atención Primaria:
movilizaciones sindicales, de profesionales y ciudadanas por las grandes
ciudades de España, reivindicando un solo lema, “Salvemos la Atención Primaria”.
Porque dicen que se muere.
Son muchos los problemas que tiene la primera puerta a la sanidad para un enfermo,
pero los principales los resume el portavoz de la FASDP, el pediatra Marciano
Sánchez Bayle. “Los problemas principales de la AP son que la accesibilidad de
la población a la AP ha desaparecido en la mayoría del país. Cuando la
ciudadanía quiere una cita con su médico, enfermero o pediatra se encuentra con
muchas dificultades para conseguir la cita”.
Las dificultades se reflejan sobre todo en que no cogen los teléfonos, por lo
que para pedir una cita hay que recurrir a internet o acudir presencialmente al
centro de salud, y esperar horas. Pero
el principal problema es que “en la mayoría de los casos, cuando se consiguen
las citas, éstas son telefónicas y con una demora inaceptable” señala el doctor
Sánchez.
De hecho, según el barómetro de junio de 2022, el 71% de las citas son
telefónicas, solo un 12% de los pacientes conseguía cita en 24 horas y el resto
tenía una demora media de 8,8 días. Siendo más del 60% en siete o más días,
incluso un 20% la conseguía en once o más días.
Por otro lado, como indica el portavoz de FASDP, “las citas telefónicas puedes
ser útiles para dar resultados, para resolver dudas, para renovar medicación,
pero no sirven para dar un diagnóstico correcto, porque para eso, se necesita
una buena historia clínica y una exploración física básicamente”.
Si sumamos a esta situación de las citas telefónicas, los enormes tiempos
de demora, “la AP actualmente es un desastre, y una quiebra en el derecho a
la protección de salud recogido por la Constitución. Por eso hemos recurrido al
Defensor del Pueblo”.
Las soluciones
Actualmente el presupuesto asignado para Atención Primaria es de un 25%.
Sin embargo, solo un 14,93% de promedio, está destinado a esta parte de la
sanidad. Así que la solución es sencilla a ojos de los expertos, “se debe
aumentar el presupuesto destinado a la AP para llegar a ese 25% prometido,
porque con más presupuesto se solucionarían todos los problemas, incluido el de
la precariedad de la profesión sanitaria”, señala Sánchez.
Pero ¿Dónde va el resto del presupuesto?
Desde FASDP lo tienen claro, va hacia el gasto en farmacia. En España
este gasto farmacéutico se sitúa alrededor del 23% del total del presupuesto
sanitario y sigue creciendo imparable. “Probablemente esto se debe a que
utilizamos más medicamentos de los que necesitamos y además los precios son más
altos. “Las farmacéuticas, aprovechando la guerra de patentes y la pandemia han
puesto precios abusivos a los medicamentos. Habría que intervenir de una manera
clara en este asunto, para acabar con esta tendencia”, señala Sánchez.
El punto de vista de SEMERGEN
Desde SEMERGEN, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, destacan
además que otra de las medidas necesarias para acabar con los problemas clave
que sufre actualmente y desde hace años la Atención Primaria, sería “crear un
nuevo sistema de gestión de la demanda asistencial, es decir que haya un cuerpo
de administrativos que haga la parte burocrática que ahora hacen los médicos.
Lo que aumentaría la capacidad de resolución de los médicos y su tiempo de
atención al paciente” asegura José Polo, Presidente de SEMERGEN. También sería
necesario aportar recursos humanos planificando el relevo generacional que se
avecina, porque “el 30% de los médicos tienen más de 60 años”, apostilla Polo.
Tanto SEMERGEN como FASDP, están de acuerdo en que la Atención Primaria ha
de convertirse en la prioridad en el reparto de presupuestos que tendrán que
aprobarse antes de final de año. Con las elecciones autonómicas muy
próximas, quizá se cumplan las promesas.