Por Medicina Responsable
7 de julio de 2025El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este lunes la Orden que deroga la anterior norma de junio de 1987 por la que se restringía la donación de órganos por parte de personas con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Se trata de una iniciativa promovida por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) que permitirá a personas con infección por VIH donar sus órganos a personas con la misma infección que necesiten un trasplante.
Así, desde el Ministerio de Sanidad señalan dar respuesta a una “deuda histórica” que, según los datos del Programa de Garantía de Calidad en el Proceso de Donación de la ONT, habría permitido la realización de 165 trasplantes en la última década, de no haber existido una limitación normativa y de contar con receptores en lista de espera.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha destacado que con la derogación de esta orden “no solo contribuye a aumentar la disponibilidad de órganos para todos los pacientes en lista de espera de trasplante, tanto los que presentan infección por el VIH como los no infectados, sino que además se sumará a la lista de iniciativas encaminadas a eliminar el estigma social de las personas con VIH”.
La directora de la ONT, Beatriz Domínguez Gil, apunta que esta norma tuvo “su razón de ser” en un contexto histórico en el que las autoridades sanitarias tenían la necesidad de evitar la propagación. Al derogar esta orden, señala que también “contribuimos a desestigmatizar” la infección, buscando equipararla a otro tipo de patologías reguladas para los donantes.
Durante los ochenta y los noventa, el trasplante de órganos en personas con infección por el VIH se consideraba una intervención de alto riesgo. La aparición de la terapia antirretroviral a comienzos de este siglo revolucionó el pronóstico de los pacientes, abriendo la puerta a las primeras evidencias sobre el trasplante de órganos en receptores con VIH con resultados esperanzadores. Así se abrió en la comunidad científica internacional el debate sobre si la infección por VIH debía continuar siendo una contraindicación para el trasplante. Sudáfrica fue el país pionero en permitir el trasplante de órganos entre personas infectadas por VIH, con EE.UU. y varios países europeos que decidieron seguir la estela.
En España, este viraje quedó plasmado en el Documento de Consenso Nacional adoptado en 2005 por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el Plan Nacional sobre el SIDA y la ONT. Hasta la fecha, se realizaban trasplantes de órganos en pacientes infectados por el VIH (siempre procedentes de donantes sin la enfermedad); hasta diciembre de 2024, en España se habían registrado 311 trasplantes de riñón, 510 de hígado, 11 de pulmón, 10 de corazón y 1 de páncreas-riñón, con buenos resultados.
El pronóstico de los pacientes con VIH trasplantados también ha experimentado una mejoría en los últimos años, gracias a los nuevos tratamientos que no interaccionan con la terapia inmunosupresora necesaria para evitar el rechazo del órgano, como ocurría antes.
Domínguez Gil subraya que la infección por VIH es la única condición del donante regulada a través de una orden específica, quedando el resto de patologías y aspectos que influyen sobre la idoneidad de los donantes establecidas a través de directrices técnicas aprobadas por la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial de Salud.
Desde Sanidad indican que las pruebas de determinación del VIH, junto con las de otros agentes infecciosos, forman parte de estas directrices, por lo que se hacía innecesario una norma específica para esta infección. “Es más, su existencia diferencia a esta infección, y a las personas que la padecen, de otras condiciones del donante cuyo control no se basa en una norma como la que se acaba de derogar”, señalan desde el Ministerio.