Por Virginia Delgado
27 de mayo de 2024En 2005 se aprobó el Real Decreto de Especialidades de Enfermería, en el que se incluyeron siete y se regulaba su formación, así como las competencias atribuidas a las comunidades autónomas para la organización y gestión de sus servicios de salud.
Casi 20 años después de la ratificación, el Consejo General de Enfermería (CGE) ha manifestado que el desarrollo de las siete especialidades (Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona), de Salud Mental, Geriátrica, del Trabajo, de Cuidados Médico-Quirúrgicos, Familiar y Comunitaria y Pediátrica) es desigual en las comunidades y que, tanto ellas como el Estado, las tienen “en un absoluto abandono”. “No apuestan por las especialidades porque lo que les interesa es un modelo de enfermera generalista, de enfermera para todo, que resulta más barato y resta complejidad a la organización del sistema sanitario, aunque es contrario a las necesidades del paciente y nuestro crecimiento profesional”, ha señalado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
Junto al Instituto Español de Investigación Enfermera, el CGE ha publicado la “Guía sobre Especialidades de Enfermería para el desarrollo profesional”. En ella, estas entidades hacen un repaso histórico a las especialidades enfermeras en nuestro país, especifican cómo es la formación por el sistema de residencia (EIR) en cada una de ellas y explican su situación particular en las distintas comunidades autónomas. “De todas, la que está desarrollada, implementada y plenamente reconocida en todo el Estado es la de Matrona, que cuenta con la categoría profesional y bolsa de empleo exclusiva en todas las CC.AA., incluyendo el reconocimiento de un complemento salarial específico. El resto de las especialidades tiene una implementación muy desigual, tanto entre ellas como entre comunidades autónomas”, han manifestado desde el CGE.
Al hablar de las unidades docentes acreditadas, la guía especifica que no todas las comunidades cuentan con plazas para que los enfermeros realicen su residencia en todas las especialidades. Enfermería Familiar y Comunitaria, seguida de Matrona, es la que más tiene y de la que más plazas de formación se convocan cada año. Por el lado contrario, Enfermería Geriátrica es la que cuenta con menos y sólo existen unidades docentes en Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia y Navarra, y no en todas sus provincias.
Una vez que los enfermeros tienen su título de especialista, para poder ejercer y que se les reconozca su titulación, es necesario que en cada servicio de salud esté creada la categoría profesional. Aquí el documento también destaca mucha variabilidad. “Con la excepción de Enfermería Obstétrico-Ginecológica, que sí cuenta con esta categoría en todas las comunidades autónomas, vemos dos modelos. Las regiones que han optado por crear una genérica de ‘enfermera especialista’, y las que han ido constituyendo la categoría profesional por cada una de las especialidades. Por ello, nos encontramos que hay comunidades que no reconocen todas las especialidades existentes”, ha explicado Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera.
Así, en la guía se refleja que ni Cataluña ni Navarra reconocen más especialidad que la de Matrona, y Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y La Rioja cuentan con la genérica de enfermera especialista. Por otro lado, Aragón, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia sí tienen categorías específicas de todas las especialidades de forma individual. Respecto a Cantabria, cuenta con todas las especialidades salvo Enfermería Geriátrica; Galicia sólo tiene creadas las categorías de Matrona, Enfermería de Salud Mental y Enfermería del Trabajo, mientras que País Vasco cuenta con Matrona y Salud Mental. “El que tengan creada la categoría no implica que haya enfermeros ejerciendo como especialistas. Para ello, deben catalogar plazas de especialistas en las relaciones de puestos de trabajo, reconvertir plazas de enfermeras generalistas en plazas de especialistas, crear bolsas de empleo, ofertas de empleo específicas… y todo ello todavía es muy limitado”, ha explicado Florentino Pérez Raya.
Por esta variabilidad, desde el Consejo General de Enfermería han exigido que se creen las categorías profesionales específicas de enfermeras especialistas y que se cataloguen los puestos de trabajo en todas las CC.AA. También, que se abonen las especialidades como corresponde diferenciándolas de una enfermera generalista. “Sólo así se podrá dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos y pacientes”, han concluido.