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Cómo conservar los medicamentos con la llegada del calor

Las altas temperaturas pueden influir en las propiedades de conservación de los fármacos, modificando su seguridad y eficacia

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Cómo conservar los medicamentos con la llegada del calor

Por Eva Abajo

8 de mayo de 2023

El calor que estamos viviendo, inusual para esta época del año, no sólo afecta de manera negativa a la salud de las personas, sino que también puede alterar las propiedades de los medicamentos prescritos para tratar distintas patologías. 

Antes de autorizar la comercialización de un fármaco, éste se somete a estudios de estabilidad, para monitorizar su eficacia en diferentes condiciones ambientales, y se expone a variaciones de temperatura, humedad o presión. Los resultados se reflejan en las condiciones de conservación de los medicamentos, que siempre se indican en el prospecto. Por ello, Miguel Ángel Ayuso, farmacéutico en la Comunidad de Madrid, recomienda atender cuidadosamente  las condiciones de conservación que se indican en el prospecto. Además, incide en la importancia de evitar almacenar los medicamentos en espacios cerrados y que pueden aumentar la temperatura, como el  coche, puesto que la exposición continuada al calor y a la radiación solar puede modificar sus propiedades. “Todos los medicamentos están preparados para climas cálidos. La diferencia reside en los focos de calor, como, por ejemplo, los coches. Se pueden alcanzar temperaturas extremas que pueden estropear no solo los medicamentos, sino también el blíster que los recubre”.

Si solamente se trata de una ola de calor, Ayuso  recomienda “tener los comprimidos en un cajón, no tenerlos expuestos a una radiación”.  En el caso de colirios o pomadas, sí que se aconseja guardarlos en una nevera, para evitar que las variaciones de temperatura modifiquen la eficacia del compuesto.

La Comunidad de Madrid, en su web, pone a disposición de los usuarios un conjunto de recomendaciones relativas al almacenamiento, conservación y transporte de fármacos en periodos de ola de calor. De acuerdo con esta información, los compuestos se pueden clasificar en cuatro grupos:

-       El primer grupo lo integran los medicamentos que deben conservarse entre 2ºC y 8ºC. Estos fármacos tienen que almacenarse en la nevera, pero sin acercarlos al fondo, para evitar que se congelen. La ola de calor no tendrá consecuencias sobre su estabilidad si las temperaturas de conservación son respetadas. En estos casos, tras sacarlos del frigorífico, se recomienda su utilización inmediata, y transportarlos en un embalaje isotérmico refrigerado.

-       El segundo grupo lo forman los medicamentos que se deben conservar a temperaturas inferiores a 25º C o 30ºC. Estas fórmulas deben almacenarse en los lugares más frescos del domicilio, dentro de su envase, para limitar las variaciones de temperatura. Por sus características, se recomienda transportarlos en un embalaje isotérmico no refrigerado y evitar su exposición continuada a temperaturas de más de 40ºC.

-       Los medicamentos que presentan mayor facilidad de almacenamiento son aquellos que se pueden conservar a temperatura ambiente. Estos compuestos mantienen sus propiedades incluso a temperaturas de 40º, durante meses y se pueden almacenar en las condiciones habituales de conservación.

-       Existen también formas farmacéuticas específicas, como supositorios, óvulos, colirios o cremas. En este caso, lo que es sensible al calor es la forma farmacéutica, no el principio activo. Para decidir sobre su aplicación, hay que analizar el envase del producto. Si el aspecto externo tras la exposición al calor es normal y regular, el medicamento mantiene sus propiedades. Si, por el contrario, la apariencia exterior ha sido visiblemente modificada, el producto no deberá ser consumido.

 



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