Aumentan los casos de acoso escolar tras la pandemia

Saray es el último rostro del acoso escolar. Tiene 10 años y se tiró del cuarto piso de su casa de Zaragoza el pasado viernes, después de mandar un wassapp a su abuela y escribir una carta de despedida en la que describía el sufrimiento que padecía en el colegio por los supuestos insultos racistas y agresiones de los que era víctima desde el año pasado. Según ella misma relató, había un grupo de niñas en su clase que le decían “sudaca de mierda, vuelve a tu país", o bien "puta colombiana, no vas a tener amigos". Entre otros actos, le golpeaban, le tiraban del pelo y le mojaban la ropa. 

Ahora, tras permanecer en la UCI todo el fin de semana, se recupera en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza de la fractura de cadera y la fisura en su tobillo izquierdo que, junto a las contusiones, sufrió al arrojarse al vacío.

Los padres de la menor han interpuesto una denuncia porque tienen pruebas que acreditan que hubo "negligencia" por parte del Colegio Agustín Gericó de Zaragoza por minimizar las alertas, según ha informado El Periódico de Aragón.

Su caso es el último ejemplo del acoso que sufren los estudiantes en nuestro país. La Fundación Mutua, junto con la Fundación ANAR, han elaborado el IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos a partir de una muestra de 5.123 alumnos y 229 profesores de 301 centros escolares. 

Entre los motivos que, según el estudio “La Opinión de los Estudiantes”, se produce el acoso escolar sigue destacando el aspecto físico de la víctima en un 56,5%, y “las cosas que hace o dice”, en un 53,6%. Además, ahora las formas de acoso más frecuentes son insultar, poner motes y hacer burlas, mientras que las agresiones físicas descienden. En el 72,6% de los casos dichas agresiones se llevan a cabo entre varias personas. Un incremento que viene registrándose en los últimos años y que ya alcanza a tres de cada cuatro casos. 

En el estudio de ANAR llama la atención la diferente percepción que tienen los alumnos y los profesores sobre la respuesta que da el centro ante los casos de acoso. Un 45,4% de los jóvenes percibía que su profesor “no hace nada” y hasta seis de cada diez, el 61,7%, relataba que su centro escolar “no hace nada”. Además, uno de cada cuatro alumnos/as (24,4%) reconoce que ha participado en una situación de acoso escolar sin darse cuenta, 2,6 puntos porcentuales más que en 2020 y 2021.

En cuanto al ciberbullying, la buena noticia es que la percepción de su incidencia baja. Solo un 8,2% piensa que alguien en su clase es víctima de ciberbullying.

El WhatsApp sigue siendo el principal medio por el que se produce el ciberbullying en un 66,9%, pero entran en escena con fuerza Instagram con el 53,1% y TikTok con el 48,6%.

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