Por Juan García
11 de agosto de 2025El fenómeno denominado Farma Fraude (pharma fraud en inglés) comprende una serie de prácticas a través de páginas webs para vender medicamentos falsificados y así sustraer los datos personales y financieros de los pacientes. Según el informe Gen Threat Report, que analiza estas acciones criminales, España es el tercer país del mundo con más intentos de estafa bloqueados por la empresa de ciberseguridad Gen digital, autora del estudio.
Los ciberdelincuentes han refinado sus métodos en los últimos años para diseñar sitios web con apariencia convincente a través de los cuales ofrecen medicamentos habitualmente sujetos a prescripción a precios muy bajos. Así colocan el gancho para que los pacientes paguen por productos falsificados que suponen una grave amenaza, no solo para el bolsillo, sino también para la salud.
Aunque los envases están dotados de un diseño similar a los medicamentos originales, incluyendo etiquetas falsificadas con fechas de vencimiento y códigos de barras, se trata solo de una fachada que esconde un contenido muy peligroso. El informe de Gen digital advierte que la presencia de sustancias tóxicas como metales pesados, pesticidas o tranquilizantes para animales puede provocar problemas de salud, a las que se suman el retraso sobre tratamientos reales por la ausencia de principios activos.
El director tecnológico de Ciberseguridad de Gen, Siggi Stefnisson, señala que “las ciberamenazas siguen tornándose más inteligentes, rápidas y personalizadas”. Entre las nuevas técnicas, apunta nuevos tipos de ransomware potenciados por IA (un virus informático que secuestra los datos de una persona a cambio de un rescate) hasta farmacias falsas, con riesgos reales “cada vez más difíciles de detectar”.
Los investigadores de Gen han detectado una red de más de 5.000 webs que venden medicamentos falsificados. Entre los intentos de estafa que ha bloqueado la empresa Gen, España se encuentra en el top 3 de países a nivel mundial con más intentos bloqueados con 106.182. Sólo Francia (151.316) y Grecia (108.584) tuvieron más bloqueos logrados en estas amenazas.
Los ciberdelincuentes utilizan una amplia gama de tácticas engañosas: inyectan códigos maliciosos en páginas web médicas legítimas, manipulan resultados de búsqueda y usan blogs de salud que crean con IA o plataformas de reseñas falsas. Los sitios parecen convincentes, con diseños cuidados que parecen reales, falsos servicios de atención al cliente y productos con descripciones muy detalladas.
No obstante, los expertos aportan una serie de elementos que pueden ayudar a identificar estas amenazas. Por ejemplo, la aparición de pasarelas sospechosas, solicitud de criptomonedas o transferencias bancarias o la recolección de información personal como el historial médico o datos financieros. Otros elementos indicativos de estafa son el acceso a medicamentos sujetos a prescripción sin requerirla, errores gramaticales, ausencia de información de contacto o unos precios demasiado bajos comparados con los reales de mercado.
Las campañas de fraude farmacéutico emplean diversas estrategias para estafar a los pacientes y reforzar su apariencia de fiabilidad. Entre ellas destacan el secuestro de sitios médicos legítimos, la manipulación de resultados en motores de búsqueda o el uso de métodos de pago descentralizados. También suelen incluir blogs falsos con consejos de salud que redirigen a farmacias fraudulentas o reseñas falsas con testimonios inventados.
Los tratamientos que con más frecuencia se usan de cebo son aquellos que las personas desean obtener con rapidez, prefieren mantener en privado o no pueden pagar por medios tradicionales. Por ejemplo la viagra y otros fármacos para la disfunción eréctil y la salud sexual. Además, también proliferan las falsificaciones para pérdida de peso, diabetes o incluso antibióticos como el amoxil.
Los sitios fraudulentos se aprovechan de medicamentos relacionados con el estigma personal, condiciones crónicas y desinformación sanitaria, favoreciendo importantes prejuicios para los pacientes.
Las recomendaciones para evitar estas estafas pasan por consultar con profesionales, revisar las políticas de privacidad de las webs donde se adquieren estos productos y mantener una desconfianza prudente a la hora de adquirir medicamentos.