Por Clara Arrabal
23 de mayo de 2025Los alérgicos a las gramíneas y el olivo han tenido que hacer frente esta semana a una gran concentración de polen en el aire que ha provocado que las autoridades sanitarias y los expertos den la voz de alarma. En Jaén, una de las provincias con más olivos de España, se contabilizó una concentración de 7.711 granos por metro cúbico de aire, la mayor en lo que va de año y el triple de lo que había hace apenas una semana, según los datos del Hospital Universitario de Jaén.
Esta alarma, lejos de llegar a su fin, se alargará en el tiempo más de lo habitual, así que los alérgicos seguirán notando los síntomas propios de esta patología al menos un par de semanas más. “Para los que sufren con el polen de la gramínea y el olivo, los síntomas podrían terminar la primera quincena de junio”, explica a Medicina Responsable Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). “Pero para los de las amarantáceas, puede haber un repunte en verano, entre agosto y septiembre”, añade.
Según el experto, este año se está notando una mayor incidencia de esta patología ya que las lluvias y el calor han hecho que la estación se prolongue mucho más que las temporadas anteriores. "Tenemos unos niveles de pólenes muy altos porque hay muchas plantas y están en unas muy buenas condiciones de hidratación. Cuando esto ocurre, los pacientes que solían tener síntomas moderados sufren una sintomatología intensa, incluso algunos han tenido asma bronquial”, apunta.
Los altos niveles de polen y la temporada de alergias más larga de lo habitual han hecho que las consultas se llenen de pacientes cuyos síntomas han empeorado, o que han comenzado por primera vez a brotar. “Hay más pacientes de inicio y algunos de los que no son nuevos y estaban ligeramente controlados, ahora se han descontrolado”, comenta.
Esto se traduce en una mayor presión asistencial: “No podemos atender a todo el mundo a la vez. Tenemos las consultas abarrotadas, con gente al teléfono constantemente”.
Además, el experto afirma que, ante esta situación, lo primordial es buscar un buen diagnóstico. “Si un paciente sabe lo que le ocurre, puede informarse sobre las tendencias polínicas y saber cómo tomarse su tratamiento”, explica el experto.
Ante esta situación, el doctor Zapata ha recordado algunas medidas para paliar los efectos del polen, como no hacer ejercicio en una zona de alto impacto polínico o ducharse y cambiarse de ropa tras regresar de la calle. “Tampoco dejaría secar la ropa en las terrazas porque son verdaderos captadores de polen. Imagínate una sábana tendida, todo el día cogiendo polen, y luego me la llevo a la cama”, explica. Además, en el caso de que el impacto polínico sea muy alto y el paciente no se pueda aislar, debería usarse mascarilla FPP2 o antipolen.
“Si un paciente ha debutado este año por primera vez con sintomatología, puede acudir a su médico de familia o a urgencias clínicas. Se aborda un estudio para ver el diagnóstico y se comienza a trabajar para implementar las medidas convenientes”, explica.
En ese sentido, añade que “es importante prestar atención y, si uno sabe que tiene alergia, no esperar a estar muy malo porque necesitarás una medicación más intensa. En cambio, si comienzo con el tratamiento en una fase temprana, puedo manejar mejor la situación”.