Por Gema Puerto
17 de agosto de 2022Hacer frente a las consecuencias del cambio climático. Ese es el principal objetivo del nuevo plan de “adaptación climatológica” que quiere poner en marcha el Ministerio de Educación.
El Gobierno quiere aislar los edificios, instalar placas solares y dotar a los colegios de aire acondicionado para prepararlos ante posibles nuevas olas de calor. La medida que está todavía en fase incipiente pretende servirse de los fondos europeos y repartir 200 millones de euros entre las comunidades autónomas.
La iniciativa de la ministra de Educación, Pilar Alegría, persigue controlar la temperatura en las aulas tanto en verano como en invierno, pero se centrará en el calor porque, la mayoría de los centros educativos ya tienen calefacción, pero casi ninguno tiene aparatos de aire acondicionado.
El plan será acordado con los gobiernos regionales una vez se hayan aprobado los Presupuestos Generales del Estado para 2023. No será hasta entonces cuando se definan los criterios de reparto y la aportación de cada autonomía.
El caso de la Comunidad de Madrid
Esta comunidad ya solicitó en 2020 al Gobierno central poder destinar 300 millones de euros de los fondos Next Generation EU para obras en centros educativos para mejorar la eficiencia energética.
Desde la Consejería de Educación han informado a Medicina Responsable
que se “realizan actuaciones constantemente para mejorar el aislamiento térmico
de las instalaciones de los centros educativos de su competencia y limitar la
entrada de calor o frío desde el exterior. En los centros de nueva construcción
se tienen en cuenta su orientación, la colocación de toldos o viseras en
ventanas, zonas de sombras en los patios y todas las medidas que sea posible
implementar”.
El importe para cumplir con la normativa en vigor de eficiencia energética supone, aproximadamente, un 20% del presupuesto total de la inversión en proyectos de nueva construcción, lo que se corresponde con una cantidad aproximada de 15 millones de euros al año.
La comunidad educativa ha valorado con buenos ojos el plan propuesto por la ministra Pilar Alegría, aunque ha declarado que “habrá que ver la letra pequeña y poner las escuelas a 27 grados en verano y a no más de 19 grados en invierno porque ahora se alcanzan temperaturas muy por encima o muy por debajo y eso implicaría adaptar los edificios”.