Por Andrea Martín
29 de agosto de 2022La obsesión por perder peso después de las vacaciones es
algo muy común. Mirarse al espejo y preocuparse por “tener barriga” o pensar cosas
como “por qué he comido esto”, “por qué habré bebido tanto”, son distintos
pensamientos que pueden desencadenar varios trastornos alimenticios.
Debemos tener en cuenta que los periodos de descanso son
fundamentales para la salud, tanto el cuerpo como la mente necesitan un respiro
de la rutina diaria. Es recomendable mantener unos buenos hábitos durante las vacaciones,
pero no haberlo hecho no debe hacerse cuesta arriba. Siguiendo una serie de
recomendaciones y siendo conscientes de lo que se busca obtener, los resultados
se obtendrán sin perjudicar la salud.
Víctor Valverde, dietista y nutricionista especializado en
alimentación, nutrición y metabolismo, explica una serie de consejos a seguir
para perder peso después de las vacaciones de verano:
- Tener paciencia. La paciencia y el sentido común
serán necesarios para no caer en las dietas milagro, ya que no se puede perder
en una semana lo que se ha ganado en un mes.
- Recuperar los horarios habituales de comida,
volver a la rutina y marcar unos horarios en la alimentación es fundamental
para acostumbrar al cuerpo a no comer fuera de ciertas horas, evitando consumir
más calorías de las que deberíamos.
- Planificar la alimentación. Durante las primeras
semanas es recomendable planificar lo que se va a comer para controlar la
ingesta de alimentos.
- Evitar alimentos con un alto nivel de azúcar o
grasa.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres.
- Prescindir de los cereales refinados usados en el
pan o la bollería.
- Llevar una dieta variada y equilibrada ayudará a
evitar atracones o tentaciones de alimentos menos saludables.
- Realizar ejercicio de forma progresiva y
habitual.
- En el momento de la compra, ir con las cosas
claras, llevar una lista de lo que se necesita para así no tender a comprar “algún
capricho” como helados u otros productos similares.
- Beber agua será el mayor aliado en este proceso
de recuperación.
En definitiva, volver a unos hábitos saludables de forma progresiva,
sin obsesionarse, es la mejor opción para recuperarse de los excesos del verano
de una manera adecuada y equilibrada.