Por Ernesto Saénz de Buruaga
11 de agosto de 2025Son unos impresentables. Alteran mi paz, mi calma, mi descanso, mis vacaciones, mi salud mental. Esa gente que me llama a todas horas, sobre todo a la hora de comer, de merendar o a la hora de cenar, que llaman de todos los lugares del mundo, que te dicen que te quieren hacer una oferta de una gran empresa o que tiene una oferta de trabajo para ti. Estoy harto de ellos.
Son unos impresentables. No tienen educación, no saben hablar y me gustaría que los presidentes de las compañías, los consejeros delegados, tuvieran el mismo trato que tengo yo, que me llaman una y otra vez y que tengo que aguantarles.
Por cierto, tengo el teléfono de muchos consejeros y presidentes de compañías que me llaman. ¿Qué les parecería que yo se los digo a ustedes para que les den la tabarra a todos ellos?
Ya está bien. Déjenos en paz y déjenos que nuestra salud mental permanezca como estaba antes de que nos agobien con tanta llamada.