Por Luis del Val
15 de noviembre de 2022Los seres humanos no queremos vivir con miedo, o pendientes del peligro de las enfermedades, y hacemos bien, porque de lo contrario este valle, además de un valle de lágrimas, sería un valle habitado por miedosos.
Por tanto, es lógico que nos queramos olvidar del covid, y elijamos creer que ya ha pasado el peligro. Pero, desgraciadamente, no ha pasado. Y la cuarta vacuna es necesaria, pero como hemos decidido que ya no hace falta, aumentan los ingresos, y aumentan los fallecimientos, sobre todo en quienes no se han puesto la cuarta vacuna.
Las autoridades sanitarias no han reaccionado ante el evidente absentismo por la cuarta vacuna, lo que quiere decir que, pasa el tiempo, y las vacunas y los antivirales caducan, porque se van a vacunar muy pocas personas, lo que significa más ingresos en hospitales, más muertos, y más gastos en comprar nuevas vacunas que, la vista del número de futuros contagiados, será evidente.
Tener que comprar nuevas vacunas, porque las que tenemos habrán caducado, debido a la pereza constatada en la población, es gastar más dinero de lo debido, a lo que se sumarán más enfermos, que también generan gastos. Es evidente, y conveniente, y aun necesario, una campaña impulsada por el Gobierno, donde se advierta del peligro que corremos. No por insuflar miedo, sino para evitar gastar dinero y enterrar a más ciudadanos. Y puede que eso sea más importante que esas otras campañas de otros ministerios que terminan con lo de Gobierno de España. Pues, oiga, Gobierno de España, póngase en marcha en beneficio de los ciudadanos. Y ahorrarán dinero aprovechando las vacunas que no han caducado. Y salvarán vidas.