Por Luis del Val
23 de julio de 2025Ayer, asistí al espectáculo más repugnante que se puede dar: un niño de once años, rodeado de cámaras de televisión, fotógrafos, periodistas y supuestas feministas, convertido en protagonista de una protesta, en la que la madre del maltratado le animaba a que repitiera las consignas, que posiblemente le había dado, y el niño, trémulo, espantado de la expectación, con todas las miradas fijas en él, se echaba a llorar, sin que las supuestas feministas se dieran cuenta del shock que estaban provocando en un menor.
La madre ya fue condenada por secuestrar a su hijo, pero la indultaron. Envalentonada por lo anterior, ahora, ya se atreve a exhibir a su hijo, ocasionándole un evidente maltrato psicológico, esperando que la orden de la Justicia española e italiana no se cumpla.
Era repugnante ver a la víctima, convertida en arma de consigna, mientras las de “yo te creo hermana”, convertida una falta de sensibilidad aterradora, no advertían el tormento al que sometían a un menor. Espectáculo repugnante, obsceno, a la altura de sus cómplices. A la madre maltratadora la apoya la ministra de Junventud e Infancia, Sira Riego. ¿Es tonta la ministra? ¿O es partidaria del maltrato psicológico al menor?