Por Luis del Val
18 de septiembre de 2024“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”. Palabras de Cervantes en boca de Don Quijote. En las modernas democracias la libertad es la libertad de partidos y el sufragio universal. Y, también, la prensa y la libertad de opinión. Los límites están en los tribunales. Y quienes se sientan ofendidos o injuriados a ellos deben acudir. Normas especiales sobre la prensa y la libertad de opinión ya las tuvimos en la dictadura de Franco. Y diremos y opinaremos sobre lo que nos gusta y lo que nos parece injusto, por muy importante que sea el ministro, el laboratorio farmacéutico o la Facultad de Medicina aludidas. Este modesto medio siempre apostará por la libertad y no por el halago. Y preferiremos siempre, antes ser mudos que serviles.