Huelgas raras

Confieso que siempre he estado más cerca del trabajador que del patrono, y aquí, por principio, más próximo a los pacientes y personal de Sanidad, que a las llamadas autoridades sanitarias. Por eso mismo, me molesta que los sindicatos sanitarios se desangren o se desprestigien en acciones con objetivos nobles, pero difíciles de entender. Hablo de la huelga de atención primaria en la Comunidad de Madrid, que lleva varias semanas y que, últimamente, presenta unos resultados ridículos, sobre los que convendría reflexionar. Según datos obtenidos, hay días en que, de 1995 profesionales llamados a la huelga, sólo hacen huelga 11. De casi dos mil sólo van a la huelga diez más uno. Eso supone que de cada cien probables huelguista va la huelga medio huelguista. Eso no es una huelga: eso es la apoteosis de los esquiroles. O bien, los convocantes no se saben explicar, o no tienen liderazgo y hay que cambiarlos por otros, pero seguir convocando una huelga que no funciona es algo que desprestigia a los sindicatos y, por tanto, a los trabajadores representados por ellos. También puede ser que la Comunidad de Madrid, sea uno de los lugares de la Tierra más raros y extraños, porque es el único lugar del mundo donde estos mismos escasísimos huelguistas convocaron protestas por la construcción de un hospital, que es algo así como si los mecánicos de automoción se manifestaran indignados por la construcción de una nueva fábrica de automóviles. Debemos apoyar los derechos de médicos y enfermeros, pero también debemos vigilar que la ignorancia o el desvío de objetivos, desprestigie a quienes nos cuidan y atienden.