Enfermos en peligro

Se está discutiendo en el Congreso de los Diputados la Ley de Equidad Sanitaria. Es una iniciativa del Gobierno que me imagino que pretende la buena asistencia a todos los ciudadanos que vivimos en este país. Porque no me entraría en la cabeza que un Gobierno hiciera una ley para que la parte más débil de la sociedad, los enfermos, lo pasen todavía peor. 

Sin embargo hay una pretensión de políticos que se sientan en el Consejo de Ministros que pretende que se interrumpa la colaboración entre la Medicina Pública y la privada. Y es que hay veces -como ha sucedido con la pandemia- que los hospitales públicos están abarrotados y hay que derivar enfermos a hospitales privados. Eso pretenden que se termine lo que significará, en términos nada demagógicos, que esto podrá costar vidas humanas, porque las listas de espera doblarán su tiempo y, por ejemplo, un paciente de la Medicina Pública al que le diagnosticaban que debía operarse, y no podían intervenirle hasta dentro de mes y medio, si ese despropósito sigue adelante, tendrá que aguardar tres meses. ¿Es bueno que cuando la ciencia médica diagnostica que un ser humano debe operarse, tarde tres meses? ¿Qué disparate es este, en el que, por un lado, estimulamos la medicina preventiva, porque ya sabemos que un cáncer diagnosticado  tempranamente es más fácil de neutralizar, y por otro, resulta que le hacemos esperar el doble? Comprendo la ideología política de quienes -soñando con un país comunista- el término privado les daña en su ideología, pero el respeto por la vida humana debe de estar por encima de la ideología. Y añadiría otro dato: los hospitales privados cobran, claro, y lo pagamos con nuestros impuestos, pero la cama día hospitalaria es más barata en el hospital privado que en el público. Por resumir: si este  disparate sale adelante, tendremos que enterrar a españoles que podrían estar vivos, y nos costará más dinero. Y no es demagogia: es la triste y espantosa realidad. 

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