Día mundial del agua

En algunos lugares de este planeta, una mujer toma un recipiente hecho de piel de cabra, camina unos 20 kilómetros hasta un lejano pozo, lo llena con cinco o seis litros de agua de salubridad sospechosa, y regresa con esa pesada carga hasta su casa, que cualquiera de nosotros denominaría choza, en medio de un suelo seco y polvoriento. Hace unos días, parte de ese polvo seco y polvoriento, viajó por las nubes hasta el sur de Europa, y cientos de miles de automóviles se llenaron de suciedad. Un alto porcentaje de los dueños de esos cientos de miles de automóviles recorrieron en su vehículo un par de kilómetros o cuatro y lo llevaron a un lavadero, donde para limpiar la chapa de la carrocería se emplearon entre sesenta y 500 litros de agua potable. El día 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, que podría denominarse, también el Día Mundial de la Injusticia y el Despilfarro. Naturalmente, no toda el agua la empleamos para darnos duchas reconfortantes o lavar el automóvil. El 70% del agua la empleamos en la agricultura, pero cada vez necesitamos más, mientras el agua disminuye. Entre otras cosas, porque un túnel de lavado puede llegar a emplear hasta 500 litros de agua para limpiar nuestro automóvil en cinco minutos. La mujer del pellejo de cabra tardará año y medio en acarrear ese volumen de agua y recorrerá, andando, 4.000 kilómetros. Podríamos pensar en ello, cualquier día, aunque no sea el Día Mundial del Agua.