Por Luis del Val
16 de mayo de 2023La estupidez avanza en nuestra sociedad, sin que existan límites ni de fronteras, ni de continentes. En un estado de Brasil, por ejemplo, van a tomar medidas que favorecen a los profesionales de la cirugía estética y a los acosadores escolares. Lo que no está claro es que favorezcan a las víctimas del acoso escolar. En ese estado de Brasil, en cuanto las autoridades tengan noticia de que un alumno es perseguido por sus compañeros, y le sometan al abuso de los insultos y la persecución, tomarán medidas. ¿Contra los menores delincuentes? No, si por ejemplo, la pobre víctima sufre acoso porque tiene las orejas grandes, entonces el Gobierno contratará a un cirujano estético para que el pobre niño acosado, o la pobre niña perseguida, entre a un quirófano y salga con las orejas más pequeñas. Y si le llaman narizotas, pues le ofrecerán una rinoplastia gratis total. El gobierno pagará al cirujano, el cirujano cobrará y a los aprendices de delincuentes no les sucederá nada, y pasarán a acosar al gafotas, por llevar gafas, y no quiero pensar que harán las autoridades brasileñas, si le quitarán las gafas y le pondrán lentillas, o crearán una escuela especial para présbitas y miopes. Desgraciadamente, todavía no se ha descubierto una cirugía eficiente para normalizar los cerebros que generan estupideces, sean o no gobernantes.