Por Lucía de Mingo
18 de octubre de 2022Rodeado de pantallas, casi a oscuras, despierto, con su saxofón en las manos y su sonido de fondo. Así han operado en el Hospital Internacional Paideia, en Italia, a un paciente que sufría un tumor cerebral. La operación ha sido llevada a cabo por el doctor Christian Brogna, experto internacional en cirugía oncológica compleja y cirugía despierta y neurocirujano del hospital, y su equipo.
De acuerdo con el doctor Brogna a Medicina Responsable, existe una fuerte conexión entre el cirujano y el paciente. Esta se desarrolla en momentos previos a la cirugía a través de la escucha cuidadosa de su vida y sus deseos. “Mientras tocaba el saxofón, escuchaba atentamente la correcta ejecución de la canción que ha estado tocando en todo momento, Love Story, para poder mapear cuidadosamente sus redes y respetarlas durante la extirpación del tumor”.
El doctor Christian Brogna durante la operación. Fuente: Hospital Internacional Paideia
El doctor Brogna consiguió extirpar completamente el tumor cerebral sin comprometer las funciones neurológicas del paciente. La cirugía con el paciente despierto y tocando este instrumento le permitió tenerlo estable y asegurarse de que permaneciera neurológicamente intacto durante toda la cirugía. “El ambiente en el quirófano era tranquilo y el paciente se sintió cómodo durante todo el procedimiento”, añade.
“La complejidad arquitectónica del cerebro y su notable plasticidad hacen que el cerebro de cada uno de nosotros sea muy diferente el uno del otro. Cada cerebro es único, como lo es cada persona”, explica Brogna. La cirugía despierta permite mapear con extrema precisión, durante la intervención, las redes neuronales que hay detrás de diversas funciones cerebrales como jugar, hablar, moverse, recordar o contar. “El objetivo de este tipo de cirugías es extirpar el tumor cerebral o una malformación vascular ubicados en áreas específicas del cerebro, preservando la calidad de vida del paciente”, señala el doctor.
La cirugía, que duró más de nueve horas, contó con un equipo multidisciplinar integrado por más de 10 profesionales de todo el mundo. Entre ellos neurocirujanos, anestesiólogos, neuropsicólogos, neurofisiólogos e ingenieros. Además, los profesionales se apoyaron de tecnología punta como la neuronavegación con tractografía, el ultrasonido aspirador e intraoperatorio o la neuromonitorización continua. “La intervención fue realmente compleja y requirió una larga preparación y una tecnología muy alta”, relata el doctor Brogna. También se utilizó un marcador específico para las células cancerosas que facilitó que se distinguieran del tejido sano circundante.
“Toda cirugía despierta no sólo permite obtener el mejor resultado en cuanto a la extirpación de la patología, sino que es un auténtico descubrimiento. Cada vez nos ofrece una ventana al funcionamiento de este órgano fascinante, pero aún en muchos sentidos misterioso, que es el cerebro”, concluye Brogna.