Por Aurora Molina, Andrea Martín, Ana Rosa Martos
17 de mayo de 2024Siempre están ahí, nos cuidan, nos escuchan, nos protegen y hacen todo lo posible para que estemos bien. Son los médicos de familia, esos profesionales que día tras día hacen una labor incansable por el bien de sus pacientes, sin importar dónde.
Están en el pueblo, en la aldea, en la pequeña ciudad y también en la más grande. Ellos son quienes luchan contra todo lo que nos ataca y también contra quienes juzgan su profesión, porque son conscientes de que son la columna vertebral de nuestro sistema sanitario, los cimientos sin los cuales la sociedad se derrumbaría.
Siempre están en primera línea, incluso en los momentos más complicados, pese a todas las dificultades y carencias con las que se encuentran en su día a día. Sin embargo, siempre habrá un niño que sueñe con ser médico de familia cuando sea mayor.
Por el médico que va cada día a un pueblo diferente porque no tienen consultorio propio, por el que consuela a ese niño que tiene miedo de las agujas, por el que cura las heridas, por el que nos salva la vida… Por todos ellos, gracias por mejorar la vida de los demás.